TERAPIA DE PAREJA GESTALT EN CANCUN

Terapia de Parejas


Dirigida a:

- Parejas con problemas de comunicación

- Parejas con problemas sexuales

- Parejas en crisis

- Parejas con desacuerdos respecto a la educación de los hijos

- Problemas de infertilidad

- Parejas con problemas de celos

- Parejas ante la infidelidad

- Parejas en las que se acabó el amor

- Parejas en situaciones de cambio

- Situaciones de separación o divorcio

- Parejas ante problemas familiares

- Parejas con múltiples discusiones, agresividad

- Situaciones de mentiras y desconfianza

- Parejas interesadas en descubrir otras formas de amar y/o construir una nueva relación

Simplemente antes de pensar en Divorcio o separación.

LLama y pide cita. al 251 04 41 .

En Cancún.


LA ANOREXIA SEXUAL


LA ANOREXIA SEXUAL

FALTA DE DESEOS SEXUALES



Por lo común, la falta de deseo sexual es algo que llama la atención a quien la presenta. En el grupo de amigos y amigas oye, con frecuencia, historias sexuales, y no pocas veces se pregunta con inquietud: ¿Y por qué yo no siento ese interés de estar con alguien? Sucede también que alguien viva al margen de tales preocupaciones hasta que aparece “ese ser muy especial” que desata en su corazón un sentimiento distinto, nunca antes sentido, y entonces el asunto se torna para ella o para él, angustioso y de primera magnitud.
La anorexia sexual —por aquello de la falta de apetito sexual— lo pueden padecer tanto mujeres como hombres y es una de las causas de consultas en terapia de pareja. El Diario de la Asociación Médica de Norteamérica describe que la padecen, en mayor o menos grado, cuatro de cada diez mujeres y tres de cada diez hombres. Pero la inapetencia sexual no es el problema sino un síntoma más de que algo marcha por mal camino.
Según afirman los sexólogos, el deseo sexual en las personas es un fenómeno fundamentalmente psicológico que se apoya sobre estructuras cerebrales, y está regulado por neurotransmisores que lo exaltan o lo inhiben. De esta manera, no es asunto simple ni mecánico porque al ser un fenómeno manejable por la mente, la anorexia sexual, en muchas ocasiones, suele estar estrechamente relacionada con las experiencias individuales, y bien sabemos que pueden haber tantas como personas hay. Por otra parte, frecuentemente, no la desata una cuestión en particular, sino un conjunto de situaciones específicas que hayan sucedido o estén sucediendo; también por déficit hormonal.
La anorexia o la inapetencia sexual puede moverse desde “un tiempo que no tengo ganas” hasta “nunca he tenido ganas” o pasa el límite del “no me interesa” para expresar además aversión hacia las relaciones coitales.


En los relatos de consulta, algunos terapeutas sexuales coinciden en que, ante este problema, algunas mujeres jóvenes o adultas asumen la peor de las salidas: fingir que la pasan de maravilla o que están sintiendo “algo” y esto, lógicamente, no las beneficia para nada, aunque su inapetencia sexual sea solo momentánea o temporal. En cualquier caso, el mejor guión es decirle al compañero lo que ocurre ya que las mentiras, no solo tienen las patas cortas y no se va lejos con ellas, sino que nada justifica bajo este cielo el tener que simular algo que no se está sintiendo; es como una actriz, pero sin telón, micrófonos ni cámaras. Una actuación frustrante, sin dudas.
Para los varones, tal simulación no es posible ya que si ellos no tienen deseos sexuales, no se produce la erección. Este sería un problema que salta a la vista, afecta su virilidad y necesita una rápida solución. Sin embargo, entre las mujeres muchas veces tarda en ser consultado al especialista.


Como tantos temas que atañen a la sexualidad, NO ES FÁCIL PONERSE DE ACUERDO. 
Por ejemplo, algunos psicólogos hablan de que este trastorno sexual tiene como origen general, la falta de diálogo: la mujer no tiene deseos pero es incapaz de expresar sus sentimientos por miedo al ridículo o a frustrar a su pareja. Normalmente el hombre no entiende qué le ocurre a ella, y de esta manera comienza el alejamiento. Tal distancia va provocando que la mujer se sienta incomprendida o no considerada.
Concuerdo con otros psicólogos, sexólogos y con el portal venezolano Inteliven.com al considerar la anorexia sexual, sobre todo la perenne, como una situación muy compleja cuyas raíces en muchas ocasiones están profundamente escondidas. El portal mencionado recorre una multivariedad de causas que me parece oportuno señalar:
  • Uno de los casos más comunes se da cuando existe la frustración, por desatención o por la falta de cariño. En este caso la falta de deseo no es más que una manifestación del desvanecimiento de la química, pasión o el erotismo. Este fenómeno no afecta únicamente a la mujer. 
  • En aquellas personas que nunca se han sentido muy sexuales, es más, lo han tomado como algo no imprescindible, su relación con personas sexualmente normales confluye en problemas. 
  • Para personas con una educación familiar o religiosa muy represiva, o que han pasado por una experiencia sexual traumática, como la violación o su intento, el sexo significa algo oscuro, maligno y sucio. 
  • Aquellos que aunque han tenido una vida sexual normal, su inapetencia coincide con una crisis de pareja. 
  • Aquellos en cuyas relaciones de pareja se les aplica un papel de sometimiento y donde el rencor se manifiesta con la falta de deseo. 
  • Los depresivos y las personas obsesivas pierden una de las partes más importantes de sus vidas, la sexual. 
  • Aquellas personas que han encontrado otro "objeto" del deseo, fuera del ámbito de la pareja.
En cualquiera de estos casos, la recomendación es una: la ayuda especializada  en TERAPIA DE PAREJA  de ahi se explorará si el padecimiento es solo emocional y afecta lo sexual o si es necesario explorar la parte física y  derivar al paciente   a un Urólogo o Ginecólogo según sea el caso.
Para entonces trabajar  de forma multidiciplinaria.
En los libros sobre educación sexual es común que se mencione que uno de los motivos de baja libido, anorgasmia o frigidez suele ser la presencia de una educación muy reprimida, ya sea por creencias religiosas o por padres demasiado rígidos y severos.
Pero no puede decirse simplemente que una actitud educativa opuesta a lo sexual, frene forzosamente la sexualidad o fomente rechazo por todo encuentro íntimo.
Ahondando en las historias de vida de mujeres con disfunciones sexuales severas, los especialistas han hallado que tales mujeres con frecuencia recibieron una educación inflexible. Sin embargo, la raíz del asunto solo es posible develarla mediante profundos estudios psicológicos que pongan al descubierto las causas del problema.
Vale subrayar que el deseo sexual es un fenómeno fluctuante y no automático. El hecho de que sintamos apatía sexual en un momento dado debido a múltiples razones que pueden ir desde problemas académicos hasta la muerte de un ser querido, no significa que estemos ante un caso de anorexia sexual, a no ser que este
  desinterés se mantenga por tiempo prolongado, más allá del pertinente. Puede ocurrir incluso que un día o días, no estemos motivados o motivadas lo más mínimo para tener relaciones sexuales con nuestra pareja, y eso no quiere decir que el amor haya terminado o que se ha acabado la atracción. Los seres humanos somos demasiado complejos y a veces, aunque queramos, no podemos actuar de manera lineal.
Veamos pues que la ayuda profesional es una opción.
http://saludparalavida.sld.cu/modules.php?name=News&file=article&sid=231